martes, 1 de junio de 2021

Consejo Tao

 Para ser verdaderamente feliz y estar satisfecho debes entender que no se necesita ningún motivo para ser feliz y estar satisfecho, pero tampoco para estar triste e insatisfecho. Sólo entonces alcanzarás la paz.                                           Hugo Cascia

Hugo Cascia

SILENCIO



El Silencio




El silencio es una forma de llamar a la puerta de la sala de la verdad. Es el fundamento que te prepara para cualquier práctica; es la conciencia de los cimientos del edificio. Todo lo que es bello y verdadero nace del silencio. Un momento de silencio es suficiente para exorcizar a los demonios, porque los demonios son los pensamientos. Si hay un pensamiento compulsivo constantemente rondando su mente, es porque le dio mucha atención a él, es decir, que lo ha alimentado

Pero al calmar la mente, todos los fantasmas desaparecen. No importa lo vieja que sea la oscuridad, una pequeña rendija de luz disipa toda oscuridad porque es sólo la ausencia de luz. El silencio invoca la luz. Cuando la mente está en calma, todo está en calma.

El precio para la realización espiritual es la soledad. En algún momento, tendrá que enfrentarse a sí mismo. Por lo que es fundamental aprender a estar solo y en silencio. También puede practicar la meditación. Abandone toda prisa y todo deseo de llegar a alguna parte. Cierra los ojos y concentrarse en el entrecejo. Empiece a cultivar el silencio


lunes, 12 de abril de 2021

Tao Te Ching

Tao Te Ching - Lao Tse

El siguiente es el texto completo del Tao Te Ching, escrito por Lao Tse alrededor del siglo VI antes de Cristo. La traducción del chino es de Stephen Mitchell, la más bella que he leído hasta ahora.

1

El Tao del que puede hablarse
no es el Tao eterno.
El nombre que puede nombrarse
no es el Nombre eterno.

Lo eternamente real es innombrable.
El nombre es el origen
de todas las cosas particulares.

Libre de deseo, comprendes el misterio.
Atrapado en el deseo, sólo ves sus manifestaciones.

Y, sin embargo, misterio y manifestaciones
brotan todos de la misma fuente.
A esta fuente se le llama oscuridad.

Oscuridad de oscuridades;
he aquí la puerta a toda comprensión.

2

Cuando contemplamos algo y lo vemos bello,
algo, en cambio, resulta feo.
Cuando contemplamos algo y lo vemos bueno,
algo, en cambio, resulta malo.

El ser y el no-ser se crean mutuamente.
Lo difícil y lo fácil se apoyan mutuamente.
Lo largo y lo corto se definen mutuamente.
Lo alto y lo bajo dependen mutuamente.
El antes y el después se suceden mutuamente.

Por ello, el Maestro
actúa sin hacer
y enseña sin decir.
Las cosas surgen y él deja que vengan;
las cosas desaparecen y él deja que partan.
El Maestro tiene, pero no posee;
actúa, mas no espera nada.
Cuando su obra termina, la olvida;
por eso es imperecedera.

3

Si sobrestimas a los grandes personajes
la gente se torna incapaz.
Si sobrevaloras las posesiones
la gente comienza a robar.

El Maestro guía
vaciando las mentes de las gentes
y llenando sus corazones;
debilitando sus ambiciones
y fortaleciendo su resolución.
Ayuda a la gente a desprenderse
de cuanto saben y cuanto desean,
creando confusión
en aquellos que creen saber.

Practica el no-hacer
y todo ocupará su propio lugar.

4

El Tao es como un pozo de agua
que nunca se extingue por más que se emplee.
Es como un vacío eterno
pleno de infinitas posibilidades.

Permanece oculto, pero está siempre presente.
No sé quién le dio nacimiento.
Es más anciano que Dios.

5

El Tao no toma partido;
da nacimiento tanto al bien como al mal.
El Maestro no toma partido;
da la bienvenida tanto a santos como a pecadores.

El Tao es como un fuelle:
está vacío y, sin embargo, es infinitamente capaz.
Cuanto más lo usas, más produce;
cuanto más hablas de él, menos lo comprendes.

Mantente en el centro.

6

Al Tao se le llama la Gran Madre.
Vacío, pero inagotable,
da nacimiento a infinidad de mundos.

Se halla siempre presente en tu interior.
Puedes usarlo del modo que quieras.

7

El Tao es infinito y eterno.
¿Por qué es eterno?
Nunca nació,
así que no puede morir.
¿Por qué es infinito?
No tiene deseos para sí,
así que está presente en todos los seres.

El Maestro se queda detrás,
por eso está delante.
Está desapegado de todo,
por eso es uno con todo.
Porque se ha desprendido de sí,
su plenitud es perfecta.

8

La bondad suprema es como el agua,
que todo lo nutre sin pretenderlo.
Se contenta con los lugares inferiores que la gente
desdeña, Por eso es como el Tao.

Al morar, vive cerca del suelo.
Al pensar, mantente en lo simple.
En el conflicto, sé considerado y generoso.
Al gobernar, no intentes controlar.
Al trabajar, haz lo que disfrutes.
En la vida familiar, permanece plenamente presente.

Cuando te contentes con ser simplemente tú mismo,
y no te compares ni compitas,
todos te respetarán.

9

Llena tu cuenco hasta el borde
y acabará rebosando.
Afila de continuo el cuchillo
y lo hallarás romo.
Persigue el dinero y la seguridad,
y tu corazón jamás podrá liberarse.
Persigue la aprobación de la gente
y serás prisionero.

Haz tu tarea, después retírate.
He aquí la única senda hacia la serenidad.

10

¿Puedes disuadir tu mente de su vagabundeo
y permanecer en la unidad original?
¿Puedes dejar que tu cuerpo se torne flexible
como el de un recién nacido?
¿Puedes limpiar tu visión interior
hasta ver sólo la luz?
¿Puedes amar a la gente y guiarla
sin imponer tu voluntad?
¿Puedes afrontar los asuntos más vitales
dejando que los eventos sigan su curso?
¿Puedes distanciarte de tu propia mente
para así comprenderlo todo?

Dar nacimiento y nutrir,
tener sin poseer,
actuar sin expectativas,
dirigir sin controlar:
esta es la suprema virtud.

11

Unimos los radios en una rueda,
pero es el agujero central
lo que permite que el carro se mueva.

Torneamos la arcilla para hacer una vasija,
pero es el vacío interno
lo que contiene aquello que vertemos en ella.

Hincamos estacas para construir una cabaña,
pero es el espacio interior lo que la hace habitable.

Trabajamos con el ser,
pero es el no-ser lo que usamos.

12

Los colores ciegan el ojo.
Los sonidos ensordecen el oído.
Los sabores nublan el gusto.
Los pensamientos debilitan la mente.
Los deseos marchitan el corazón.

El Maestro observa el mundo
pero confía en su visión interior.
Permite que las cosas vengan y vayan.
Su corazón permanece tan abierto como el cielo.

13

El éxito es tan peligroso como el fracaso.
La esperanza es tan hueca como el miedo.

¿Qué significa que el éxito es tan peligroso como el fracaso?
Tanto al subir o al bajar un peldaño
tu posición es inestable.
Sólo con los dos pies sobre el suelo
conservarás siempre el equilibrio.

¿Qué significa que la esperanza es tan hueca como el miedo?
La esperanza y el miedo son fantasmas
que surgen de pensar en el yo.
Cuando dejamos de vernos como un yo,
¿qué hay que temer?

Ve el mundo como tu yo.
Ten fe en cómo son las cosas.
Ama al mundo como tu yo;
entonces podrá cuidar de todo.

14

Mira, y no podrás verlo.
Escucha, y no podrás oírlo.
Extiende tu mano, y no podrás asirlo.

Arriba, no es brillante.
Abajo, no es oscuro.
Sin fisuras, innombrable,
retorna siempre al reino de la nada.
Forma que incluye toda forma,
imagen sin ninguna imagen,
sutil más allá de todo concepto.

Acércate y no hallarás un comienzo;
síguelo y no hallarás un final.
No puedes conocerlo, pero puedes serlo
asentándote en tu propia vida.
Simplemente date cuenta de tu origen;
esta es la esencia de la sabiduría.

15

Los antiguos Maestros eran profundos y sutiles.
Su sabiduría era insondable.
No hay forma de describirla;
lo único que podemos describir es su apariencia.

Eran cautelosos
como quien cruza un arroyo helado;
alertas, como un guerrero en territorio enemigo;
atentos, como un huésped;
fluidos, como el hielo derritiéndose;
modelables, como un leño.
Receptivos, como un valle.
Claros, como un vaso de agua.

¿Tienes paciencia de aguardar
a que tu fango se decante y el agua sea clara?
¿Puedes permanecer inmóvil
hasta que la acción justa aflore por sí misma?

El Maestro no aspira a la plenitud.
Sin aspirar, sin expectativas,
está presente y a todo da la bienvenida.

16

Vacía tu mente de todo pensamiento.
Que tu corazón esté en paz.
Observa la profusión de seres,
mas contempla su retorno al origen.

Cuanto ser separado mora en el universo
retorna a la fuente común.
Retornar a la fuente es serenidad.

Si no conoces la fuente,
tropiezas con la confusión y la pena.
Cuando conoces de dónde provienes,
de modo natural te vuelves tolerante,
desinteresado, divertido,
de corazón cálido como una abuela,
digno como un rey.
Inmerso en la maravilla del Tao
puedes afrontar cuanto la vida te brinda;
y cuando la muerte llega, estás dispuesto.

17

Cuando el Maestro gobierna,
la gente apenas percibe su existencia.
Inferior gobernante es aquel que es amado.
Inferior más aún el que es temido.
El peor, el despreciado.

Si no confías en la gente,
la gente pierde su confianza.

El Maestro no habla; actúa.
Cuando su tarea concluye,
la gente dice: «Asombroso:
¡lo hicimos nosotros solos!».

18

Cuando el gran Tao es olvidado
aparecen la bondad y la piedad.
Cuando la sabiduría del cuerpo declina,
la inteligencia y el conocimiento toman el mando.
Cuando no hay paz en la familia
comienza la piedad filial.
Cuando el país cae en el caos
nace el patriotismo.

19

Desecha la santidad y la sabiduría,
y la gente será cien veces más feliz.
Desecha la moralidad y la justicia,
y la gente hará lo correcto.
Desecha la industria y el provecho,
y no habrá ladrones.

Si estas tres cosas son insuficientes,
permanece en el centro del círculo
y deja a las cosas que sigan su curso.

20

Deja de pensar, y finalizarán tus problemas.
¿Qué diferencia hay entre sí y no?
¿Qué diferencia entre éxito y fracaso?
¿Debes valorar lo que otros valoran,
evitar lo que otros evitan?
¡Qué ridículo!

Los demás se agitan
como si se hallaran ante un gran desfile.
Sólo yo me despreocupo,
sólo yo permanezco inexpresivo
como un niño antes de descubrir la risa.

Otros tienen lo que necesitan;
sólo yo no poseo nada.
Sólo yo vago sin rumbo
como alguien sin hogar.

Soy como un idiota, mi mente está vacía.
Otros brillan;
sólo yo soy oscuro.
Otros son agudos;
sólo yo soy lerdo.
Otros tienen ideas claras;
sólo yo ignoro.

Voy a la deriva como una ola en el mar;
viajo sin propósito, como el viento.

Soy distinto de los demás.
Bebo de los pechos de la Gran Madre.

21

El Maestro mantiene su mente
siempre en unidad con el Tao;
esto es lo que le hace resplandecer.

El Tao es inasible.
¿Cómo puede su mente ser una con él?
Porque no se aferra a idea alguna.

El Tao es oscuro e insondable.
¿Cómo puede hacerle resplandecer?
Porque él se lo permite.

Desde antes de que fueran el tiempo y el espacio,
el Tao es.
Está más allá del es y el no es.
¿Cómo sé que esto es así?
Miro en mi interior y veo.

22

Si quieres ser todo,
acepta ser parte.
Si quieres ser recto,
acepta estar torcido.
Si quieres ser pleno,
acepta estar vacío.
Si quieres renacer,
acepta morir.
Si quieres que te sea todo dado,
abandónalo todo.

El Maestro, residiendo en el Tao,
es un modelo para todos los seres.
Puesto que no se exhibe,
la gente puede ver su luz.
Puesto que nada tiene que demostrar,
la gente puede confiar en sus palabras.
Puesto que no sabe quién es,
la gente se reconoce en él.
Puesto que no tiene una meta en mente,
todo cuanto hace es un éxito.

Cuando los antiguos Maestros dijeron:
«Si quieres que te sea todo dado,
abandónalo todo»,
no estaban usando palabras vacías.
Sólo siendo vivido por el Tao
puedes ser verdaderamente tú mismo.

23

Exprésate completamente;
después guarda silencio.
Sé como las fuerzas de la naturaleza:
cuando sopla el viento, sólo hay viento;
cuando llueve, sólo hay lluvia;
cuando pasan las nubes, brilla el sol.

Si te abres al Tao,
eres uno con el Tao
y puedes encarnarlo plenamente.
Si te abres a la visión,
eres uno con la visión
y puedes usarla plenamente.
Si te abres a la pérdida,
eres uno con la pérdida
y puedes aceptarla plenamente.

Ábrete al Tao,
después confía en tus respuestas naturales
y todo encajará en su sitio.

24

Quien se alza de puntillas
no se yergue firmemente.
Quien se apresura
no llega lejos.
Quien intenta brillar
vela su propia luz.
Quien se define a sí mismo
no puede saber quién es realmente.
Quien ejerce poder sobre otros
no tiene poder sobre sí.
Quien se aferra a su trabajo
no creará nada duradero.

Si quieres armonizar con el Tao,
haz tu tarea y suéltala luego.

25

Hay algo sin forma y perfecto
que existía antes que el universo naciera.
Es sereno. Vacío.
Solitario. Inmutable.
Infinito. Eternamente presente.
Es la madre del universo.
A falta de un nombre mejor
lo llamo Tao.

Fluye a través de todo,
dentro y fuera de todo,
y al origen de todo retorna.

El Tao es grande.
El universo es grande.
La tierra es grande.
El hombre es grande.
Estos son los cuatro grandes poderes.

El hombre sigue a la tierra.
La tierra sigue al universo.
El universo sigue al Tao.
El Tao se sigue a sí mismo.

26

Lo pesado es raíz de lo liviano.
Lo inmóvil es fuente de todo movimiento.

Así el Maestro viaja el día entero
sin abandonar el hogar.
Por espléndidas que sean las vistas
permanece sereno en sí mismo.

¿Por qué el señor del país
habría de revolotear como un tonto?
Si dejas que el viento te arrastre aquí o allá,
pierdes contacto con tus raíces.
Si dejas que la inquietud te impulse,
pierdes el contacto con quién eres.

27

Un buen viajero no tiene planes fijos
ni está empeñado en llegar a parte alguna.
Un buen artista permite
que su intuición le guíe a donde quiera.
Un buen científico se libra de conceptos
y mantiene su mente abierta a lo que es.

Así, el Maestro es accesible a todos
y no rechaza a nadie.
Emplea todas las situaciones
y no desperdicia nada.
A esto se le llama encarnar la luz.

¿Qué es un buen hombre sino maestro de un hombre malo?
¿Qué es un mal hombre sino la tarea de un hombre bueno?
Si no comprendes esto, te perderás
por inteligente que seas.
Este es el gran secreto.

28

Conoce lo masculino,
mas permanece en lo femenino:
acoge al mundo en tus manos.
Si acoges al mundo,
el Tao nunca te abandonará
y serás como un recién nacido.

Conoce lo blanco,
mas permanece en lo negro:
sé un modelo para el mundo.
Si eres un modelo para el mundo,
el Tao será fuerte en tu interior
y no habrá nada que no puedas hacer.

Conoce lo personal,
mas permanece en lo impersonal:
acepta el mundo tal cual es.
Si aceptas al mundo,
el Tao cobrará luz en tu interior
y retornarás a tu ser primigenio.

El mundo es formado a partir del vacío,
como los utensilios lo son a partir de un tronco.
El Maestro conoce los utensilios,
mas permanece en el tronco:
así puede usar de todo.

29

¿Quieres mejorar el mundo?
No creo que pueda hacerse.

El mundo es sagrado.
No puede mejorarse.
Si lo manoseas, lo arruinas.
Si lo tratas como un objeto, lo pierdes.

Hay un tiempo para estar delante
y un tiempo para estar detrás.
Un tiempo para estar en movimiento
y un tiempo para estar en descanso.
Un tiempo para estar vigoroso
y un tiempo para estar exhausto.
Un tiempo para estar a salvo
y un tiempo para estar en peligro.

El Maestro ve las cosas tal cual son
sin intentar controlarlas.
Deja que sigan su propio curso
y reside en el centro del círculo.

30

Quien permanece en el Tao al gobernar a los hombres
no intenta forzar un resultado
ni derrotar al enemigo por la fuerza de las armas.
Para cada fuerza hay una contrafuerza.
La violencia, aunque bienintencionada,
siempre recae sobre uno mismo.

El Maestro hace su tarea
y después se detiene.
Comprende que siempre el universo
escapa a todo control
y que intentar dominar los eventos
es ir a contracorriente del Tao.
Puesto que cree en sí mismo,
no intenta convencer a nadie.
Puesto que está contento consigo,
no necesita la aprobación de otros.
Puesto que se acepta a sí mismo,
el mundo entero lo acepta.

31

Las armas son las herramientas de la violencia;
todo hombre decente las detesta.

Las armas son las herramientas del miedo;
el hombre decente las evita.
Sólo con el mayor refreno
y en la más extrema necesidad
las usará si a ello es compelido.
La paz es el valor más elevado.
Si la paz ha sido alterada,
¿cómo podría estar contento?
Sus enemigos no son demonios
sino seres humanos como él.
No les desea mal.
No se regocija en la victoria.
¿Cómo podría regocijarse en la victoria
y deleitarse en la matanza?

Él entra en batalla gravemente,
con gran pena y compasión,
como si a un funeral asistiera.

32

El Tao no puede ser percibido.
Más diminuto que nada,
contiene incontables universos.

Si los hombres y mujeres poderosos
pudieran permanecer centrados en el Tao
todo estaría en armonía.
El mundo sería un paraíso.
Las gentes hallarían paz
y la ley estaría escrita en sus corazones.

Con los nombres y las formas
reconoce que son provisionales.
Con las instituciones
reconoce cuándo deben cesar sus funciones.
Sabiendo cuándo parar,
puedes evitar cualquier peligro.

Todo acaba en el Tao
como los ríos confluyen en el mar.

33

Conocer a otros es inteligencia;
conocerse a sí mismo es verdadera sabiduría.
Ser maestro de otros es fuerza;
ser maestro de sí mismo es verdadero poder.

Si comprendes que tienes suficiente,
eres auténticamente rico.
Si permaneces en el centro
y abrazas la muerte de todo corazón,
perdurarás siempre.

34

Por doquier fluye el gran Tao.
Y aunque nada crea,
todo nace de él.
Se vierte en sus obras
pero nada reclama.
Nutre infinidad de mundos,
mas a ninguno se aferra.
Porque se funde con todo
y en el corazón de todo se oculta,
puede llamársele humilde.
Porque todo se desvanece en él
y, salvo él, nada perdura,
puede llamársele grande.
No se apercibe de su grandeza;
por ello es verdaderamente grande.

35

Aquel que está centrado en el Tao
puede ir donde quiera sin peligro.
Percibe la armonía universal
incluso en medio de un gran dolor,
pues ha hallado la paz en su propio corazón.

La música o el olor de una buena comida
pueden hacer que la gente se detenga y disfrute,
mientras que las palabras que señalan al Tao
parecen monótonas e insípidas.
Cuando buscas verlo no hay nada que ver.
Cuando buscas oírlo no hay nada que oír.
Mas cuando lo empleas, es inagotable.

36

Si quieres que algo mengüe,
debes antes permitir que se expanda.
Si quieres librarte de algo,
debes antes permitir que florezca.
Si quieres tener algo,
debes antes permitir que sea dado.
A esto se le llama la sutil percepción
de cómo son y suceden las cosas.

Lo blando puede a lo duro.
Lo lento puede a lo rápido.
Que tus obras permanezcan en el misterio.
Muestra sólo a la gente el resultado.

37

El Tao nunca hace nada,
mas a través de él todo se hace.

Si los hombres y las mujeres poderosos
pudieran centrarse en él,
todo el mundo se transformaría
por sí mismo a su ritmo natural.
Las gentes estarían contentas
con sus vidas simples y cotidianas,
en armonía y libres de deseo.

Cuando no hay deseo
todo está en paz.

38

El Maestro no persigue el poder,
y así es verdaderamente poderoso.
El hombre ordinario siempre busca poder,
y así nunca tiene suficiente.

El Maestro no hace nada;
sin embargo, nada deja por hacer.
El hombre ordinario siempre está haciendo;
sin embargo, mucho más deja sin hacer.

El hombre bueno hace algo;
sin embargo, algo queda por hacer.
El hombre justo hace algo,
y deja mucho sin hacer.
El hombre moral hace algo,
y si la gente no responde,
se remanga y emplea la fuerza.

Cuando el Tao se pierde, aparece la bondad.
Cuando la bondad se pierde, aparece la moralidad.
Cuando la moralidad se pierde, aparece el ritual,
El ritual es la cascara de la fe auténtica
y el comienzo del caos.

Por ello el Maestro se implica
con lo profundo y no con lo superficial,
con el fruto y no con la flor.
No tiene voluntad propia.
Mora en la realidad
y deja que las ilusiones se vayan.

39

En armonía con el Tao
el cielo es claro y espléndido,
la tierra es sólida y plena,
las criaturas florecen juntas
satisfechas con lo que son,
en interminable multiplicación,
en interminable renovación.

Cuando el hombre interfiere con el Tao
el cielo se vuelve inmundo,
la tierra se esquilma,
las criaturas se extinguen,
el equilibrio se desmorona.

El Maestro contempla compasivo las partes
porque comprende la totalidad.
La humildad es su práctica constante.
No relumbra como una joya,
sino que se deja modelar por el Tao
como una piedra simple y común.

40

Retorno es el movimiento del Tao.
Flexibilidad es el modo del Tao.

Todo nace del ser.
El ser nace de la nada.

41

Cuando un hombre superior oye del Tao,
inmediatamente comienza a encarnarlo.
Cuando un hombre normal oye del Tao,
medio cree, medio duda de él.
Cuando un hombre estúpido oye del Tao,
se ríe a carcajadas.
Si no riera
no sería el Tao.

Así pues se dice:
La senda hacia la luz parece tenebrosa,
la senda hacia delante parece retroceder,
la senda directa parece la más larga,
el verdadero poder parece débil,
la verdadera pureza parece deslustrada,
la verdadera constancia parece voluble,
la verdadera claridad parece oscura,
el arte más elevado parece simple,
el mayor amor parece indiferente,
la mayor sabiduría parece ingenua.

No es posible hallar el Tao en parte alguna;
sin embargo, nutre y completa toda cosa.

42

El Tao da nacimiento al uno.
El uno da nacimiento al dos.
El dos da nacimiento al tres.
El tres da nacimiento a todo.

Todo tiene a su espalda lo femenino yin
y se yergue encarando lo masculino yang.
Cuando lo masculino y lo femenino se encuentran
todo adquiere armonía.

Los hombres ordinarios odian el aislamiento.
Pero el Maestro hace uso de él
abrazando su soledad, comprendiendo
que es uno con todo el universo.

43

Lo más delicado del mundo
puede con lo más duro del mundo.
Lo que no tiene sustancia
penetra donde no hay espacio.
Esto muestra el valor de la no-acción.

Enseñar sin palabras,
realizar sin acciones:
este es el modo del Maestro.

44

Fama o integridad: ¿Qué es más importante?
Dinero o felicidad: ¿Qué es más valioso?
Éxito o fracaso: ¿Qué es más destructivo?

Si miras a otros en busca de plenitud
nunca alcanzarás la auténtica plenitud.
Si tu felicidad depende de posesiones
nunca estarás feliz contigo mismo.

Conténtate con lo que tienes;
regocíjate en que las cosas son como son.
Cuando comprendes que nada falta,
el mundo entero te pertenece.

45

La verdadera perfección parece imperfecta,
mas es perfecta en ella misma.
La verdadera plenitud parece vacía,
mas su presencia es plena.

La verdadera rectitud parece torcida.
La verdadera sabiduría parece estupidez.
El verdadero arte parece casual.

El Maestro permite que las cosas sucedan.
Se amolda a los eventos tal cual llegan.
Se quita de en medio
y deja que el Tao hable por sí mismo.

46

Cuando un país está en armonía con el Tao
produce herramientas y bienes.
Cuando un país va en contra del Tao
acumula armas a las puertas de sus ciudades.

No hay mayor ilusión que el miedo,
ni mayor error que disponerse a la defensa,
ni mayor desgracia que crear un enemigo.

Quien pueda ver más allá del miedo
siempre estará a salvo.

47

Sin abrir tu puerta
puedes abrir tu corazón al mundo.
Sin mirar por tu ventana,
puedes ver la esencia del Tao.

Cuanto más conoces,
menos comprendes.

El Maestro llega sin partir,
ve la luz sin mirar,
logra sin hacer.

48

En la búsqueda de conocimiento
cada día se añade algo.
En la práctica del Tao
cada día se abandona algo.
Cada vez es más superfluo forzar las cosas
hasta que al fin se llega a la no-acción.
Cuando nada se hace,
nada queda por hacer.

La verdadera maestría se alcanza
dejando que las cosas sigan su curso.
No puede alcanzarse interfiriendo.

49

El Maestro no tiene mente propia.
Obra con la mente de la gente.

Es bueno con quienes son buenos.
También es bueno con quienes no lo son.
Esto es verdadera bondad.

Confía en quienes son confiables.
También confía en quienes no lo son.
Esto es verdadera confianza.

La mente del Maestro es como el espacio.
La gente no le comprende.
Le miran y aguardan.
Él los trata como a sus propios hijos.

50

El Maestro se da
a cuanto el momento le brinda.
Sabe que va a morir
y nada le queda a que aferrarse:
no hay ilusiones en su mente
ni resistencias en su cuerpo.
No piensa en sus acciones;
ellas fluyen desde el centro de su ser.
Nada hay en la vida que retenga;
por ello está dispuesto a morir
como un hombre lo está a dormir
tras un buen día de trabajo.

51

Todo ser del universo
es una expresión del Tao.
Todo ser surge a la existencia
inconsciente, perfecto, libre;
toma un cuerpo físico
y deja que las circunstancias lo completen.
Es por ello que todo ser
honra espontáneamente al Tao.

El Tao da nacimiento a todos los seres,
los nutre, los mantiene,
vela por ellos, los conforta, los protege,
los trae de regreso a sí,
creando sin poseer,
actuando sin desear,
guiando sin interferir.
Es por ello que el amor del Tao
está en la naturaleza misma de las cosas.

52

En el principio era el Tao.
Todo surge de él;
a él todo retorna.

Para hallar el origen de algo,
remonta su rastro hasta la fuente.
Cuando reconozcas a los hijos
y encuentres a la madre,
estarás libre de pena.

Si cierras tu mente con juicios
y traficas con deseos,
tu corazón se turbará.
Si libras tu mente de juicios
y no te dejas arrastrar por los sentidos,
tu corazón hallará paz.

Ver en la oscuridad es claridad.
Saber ceder es fortaleza.
Usa tu propia luz
para retornar a la fuente de la luz.
Esto es practicar la eternidad.

53

El gran Sendero es simple,
pero la gente prefiere las sendas secundarias.
Vigila el instante en que se pierde la armonía.
Permanece centrado en el Tao.

Cuando los ricos especuladores prosperan
mientras los granjeros se arruinan;
cuando los gobernantes dilapidan
en armas en vez de en salud;
cuando la clase alta es extravagante e irresponsable
mientras los pobres no tienen a donde ir;
todo ello es latrocinio y caos.
No es permanecer en el Tao.

54

Quien se halla enraizado en el Tao
no será desarraigado.
Quien se abraza al Tao
no trastabillará.
Su nombre será preservado con honor
de generación en generación.

Que el Tao esté presente en tu vida,
y llegarás a ser auténtico.
Que esté presente en tu familia,
y tu familia florecerá.
Que esté presente en tu país,
y tu país será un ejemplo
para todos los países del mundo.
Que esté presente en el universo,
y el universo cantará.

¿Cómo sé que esto es verdad?
Mirando en mi interior.

55

Quien está en armonía con el Tao
es como un niño recién nacido.
Sus huesos son blandos, sus músculos débiles,
pero su mano apresa firmemente.
Nada sabe de la unión
de masculino y femenino,
mas su pene puede mantenerse erguido;
así de intenso es su poder vital.
Puede gritar a pleno pulmón el día entero
sin jamás llegar a enronquecer;
así de completa es su armonía.

El poder del Maestro es así:
Permite que todo vaya y venga
sin esfuerzo, sin deseo.
Nunca espera un resultado,
y así jamás se decepciona.
Y porque jamás se decepciona,
su espíritu no envejece jamás.

56

Los que saben no hablan.
Los que hablan no saben.

Cierra tu boca,
desembota tus sentidos,
desafila tu astucia,
desata tus nudos,
suaviza tu mirada,
decanta tu polvo.
Esta es la identidad primordial.

Sé como el Tao.
No puede ser acercado o apartado,
beneficiado o dañado,
honrado o difamado.
Se da continuamente.
Por eso perdura.

57

Si quieres ser un gran dirigente
debes aprender a seguir el Tao.
No intentes controlar.
Abandona los conceptos y los planes fijos,
y el mundo se gobernará a sí mismo.

Cuantas más prohibiciones impongas
menos virtuosa será la gente.
Cuantas más armas tengas
menos segura estará la gente.
Cuantas más limosnas des
menos confiará en sí misma la gente.

Por ello el Maestro dice:
Abandono la ley
y la gente se torna honesta.
Abandono la economía
y la gente se torna próspera.
Abandono la religión
y la gente se torna serena.
Abandono todo deseo de bien común
y el bien se torna tan común como la hierba.

58

Si un país es gobernado con tolerancia,
la gente está confortable y es honesta.
Si un país es gobernado con represión,
la gente se deprime y es ladina.

Cuando el afán de poder toma el mando,
cuanto más altos los ideales, más bajos los resultados.
Trata de hacer feliz a la gente
y estarás poniendo los cimientos de la miseria.
Trata de hacer moral a la gente
y estarás poniendo los cimientos del vicio.

Así, el Maestro se contenta
con servir de ejemplo
sin imponer su voluntad.
Señala, pero no horada.
Es recto, pero flexible.
Radiante, pero con la mirada calma.

59

Para gobernar bien un país
nada hay mejor que la moderación.

La marca de un hombre moderado
es que no se aferra a sus ideas.
Tolerante como el cielo,
omnipresente como la luz del sol,
firme como una montaña,
flexible como un árbol al viento,
sin un destino a la vista
y haciendo uso de todo,
la vida ocurre y le trae su camino.

Nada es imposible para él.
Debido a su desapego,
puede cuidar del bienestar de la gente
como una madre cuida de su hijo.

60

Gobernar un gran país
es como asar un pececillo:
lo estropeas si atizas mucho el fuego.

Centra tu país en el Tao
y el mal no tendrá poder.
No es que no exista;
es que podrás apartarte de su camino.

No des al mal nada a que oponerse
y desaparecerá por sí mismo.

61

Cuando un país tiene verdadero poder
se vuelve como el mar:
todos los ríos fluyen en su busca.
Cuanto más poderoso crece,
más precisa de humildad.
Humildad es confiar en el Tao,
de este modo no es preciso defenderse.

Una gran nación es como un gran hombre:
Cuando comete un error, se da cuenta.
Habiéndose dado cuenta, lo admite.
Habiéndolo admitido, lo corrige.
Considera a quienes señalan sus faltas
como sus más valiosos maestros.
Piensa en su enemigo
como en la sombra que él mismo proyecta.

Si una nación está centrada en el Tao,
si nutre a su propia gente
y no se entromete en asuntos ajenos,
será un faro para todas las naciones del mundo.

62

El Tao es el centro del universo,
el tesoro del buen hombre,
el refugio del hombre malo.

Es posible comprar honores con bellas palabras,
es posible ganar respeto con buenas obras;
pero el Tao está más allá de todo valor
y nadie puede adquirirlo.

Así, cuando un nuevo dirigente es elegido
no le ofrezcas ayuda
con tu riqueza o destreza.
Ofrécete, en cambio,
a enseñarle el Tao.

¿Por qué los antiguos Maestros estimaban el Tao?
Porque, siendo uno con el Tao,
cuando buscas, hallas;
y cuando yerras, te enmiendas.
Por eso es amado por todos.

63

Actúa sin hacer,
trabaja sin esfuerzo.
Piensa en lo menudo como si fuera grande
y en lo más escaso como si fuera abundante.
Afronta la dificultad
mientras aún es fácil;
acomete la gran obra
mediante series de pequeños actos.

El Maestro nunca aspira a lo grande,
de este modo alcanza la grandeza.
Cuando está en dificultades
se detiene y las acepta.
Porque no se aferra a su comodidad,
los problemas no son para él problemas.

64

Lo enraizado es fácil de sostener.
Lo reciente es fácil de corregir.
Lo frágil es fácil de romper.
Lo minúsculo es fácil de esparcir.

Prevé el problema antes de que surja.
Pon las cosas en orden antes aun de que existan.
El pino gigante
crece de un brote minúsculo.
Un viaje de mil leguas
comienza con un paso.

Apresurándote a la acción, fracasas.
Aferrándote a las cosas, las pierdes.
Forzando que un proyecto culmine
arruinas lo que estaba casi maduro.

Por ello el Maestro actúa
dejando a las cosas seguir su curso.
Permanece en calma
al final como al principio.
No tiene nada,
así que nada tiene que perder.
Lo que él desea es no desear;
lo que aprende es a desaprender.
Lo único que hace es
recordar a las gentes sus identidades eternas.
No cuida de nada excepto del Tao,
por ello es que cuida de todo.

65

Los antiguos Maestros
no intentaban educar a la gente,
sino que, suavemente, enseñaban a no-saber.

Las personas son difíciles de guiar
cuando creen que saben las respuestas.
Cuando saben que no saben,
encuentran su propio camino.

Si quieres aprender a gobernar
evita ser astuto o rico.
La norma más clara es la más simple.
Satisfecho con una vida ordinaria,
puedes mostrar a la gente el camino
de retorno a su verdadera naturaleza.

66

Todos los ríos fluyen al mar
porque el mar está más abajo que ellos.
La humildad le otorga su poder.

Si quieres gobernar a la gente
debes situarte por debajo de ella.
Si quieres dirigir a la gente
debes antes aprender a seguirla.

El Maestro está por encima de la gente
y nadie es oprimido.
Va delante de la gente
y nadie es manipulado.
Todo el mundo le está agradecido
y, debido a que con nadie compite,
nadie puede competir con él.

67

Algunos dicen que mi enseñanza es absurda.
Otros, que no es práctica aunque sea elevada.
Quienes miran en el interior de sí mismos
hallan perfecto sentido en su absurdo.
Y quienes la ponen en práctica,
la hallan elevada por sus raíces profundas.

Sólo tengo tres cosas que enseñar:
simplicidad, paciencia, compasión.
Estas tres son tus mayores tesoros.
Simple en el pensamiento y la acción,
retornas a la fuente del ser.
Paciente con tus amigos y enemigos,
armonizas con el modo de ser de las cosas.
Compasivo contigo mismo,
reconcilias a todos los seres del mundo.

68

El mejor atleta
quiere a su oponente en su mejor forma.
El mejor general
entra en la mente de su enemigo.
El mejor negociante
sirve al bien común.
El mejor dirigente
sigue la voluntad de su pueblo.

Todos ellos encarnan
la virtud de la no-competición.
No es que no amen competir,
sino que lo hacen con espíritu de juego.
En esto son como niños
y están en armonía con el Tao.

69

Los generales tienen un dicho:
«Mejor que hacer el primer movimiento
es aguardar y ver.
Mejor que avanzar un centímetro
es retroceder un metro».

A esto se le llama
progresar sin avanzar,
rechazar sin emplear las armas.

No hay mayor infortunio
que subestimar al enemigo.
Subestimas a tu enemigo
cuando piensas que es malvado.
Así destruyes tus tres tesoros
y tú mismo te vuelves enemigo.

Cuando dos grandes fuerzas se oponen
la victoria será
de aquella que sabe ceder.

70

Mis enseñanzas son fáciles de comprender
y aún más fáciles de poner en práctica.
Mas tu intelecto nunca las podrá apresar
y fracasarás si intentas practicarlas.

Mis enseñanzas son más antiguas que el mundo.
¿Cómo podrías apresar su significado?

Si quieres conocerme
mira dentro de tu corazón.

71

No-saber es auténtica sabiduría.
Presumir que se sabe es una enfermedad.
Primero, date cuenta de que estás enfermo;
sólo entonces podrás recobrar la salud.

El Maestro es su propio médico.
Se ha curado a sí mismo de todo saber,
por eso verdaderamente está completo.

72

Cuando pierden su sentido de reverencia,
las personas vuelven su mirada a la religión.
Cuando ya no confían en sí mismas,
comienzan a depender de la autoridad.

Por ello, el Maestro no se exhibe
para que la gente no se confunda.
Puesto que enseña sin enseñar,
la gente no tiene nada que aprender.

73

El Tao siempre está en paz.
Vence sin competir,
responde sin hablar,
llega sin ser llamado,
logra sin un plan.

Como una red, recubre el universo entero.
Y aunque sus mallas son amplias,
nada hay que se le escape.

74

Si comprendes que todo cambia,
cesarán tus intentos de aferrarte.
Y si no temes morir,
nada habrá que se te niegue.

Intentar controlar el futuro es
como usurpar el lugar del maestro carpintero.
Al usar sus herramientas,
lo más probable es que te cortes la mano.

75

Si los impuestos son excesivos,
la gente pasa hambre.
Si el gobierno se entromete en demasía,
la gente pierde su espíritu.

Actúa en beneficio de las gentes.
Confía en ellas; déjalas solas.

76

Los hombres nacen suaves y blandos;
muertos, son rígidos y duros.
Las plantas nacen flexibles y tiernas;
muertas, son quebradizas y secas.

Así, quien sea rígido e inflexible
es un discípulo de la muerte.
Quien sea suave y adaptable
es un discípulo de la vida.

Lo duro y rígido se quebrará.
Lo suave y flexible prevalecerá.

77

Cuando actúa en el mundo, el Tao
es como la curvatura de un arco.
Comba lo superior hacia abajo;
comba lo inferior hacia arriba.
Ajusta el exceso y la deficiencia
de modo que el equilibrio es perfecto.
Toma de lo que hay demasiado
y se lo da a lo que no es suficiente.

Aquel que intenta controlar
y emplea la fuerza para proteger su poder
va en contra del fluir del Tao.
Toma de quienes no tienen suficiente
y se lo da a los que tienen demasiado.

El Maestro puede dar sin cesar
porque su riqueza no tiene fin.
Actúa sin expectativas,
tiene éxito sin atribuirse el mérito
y no piensa que es mejor
que nadie.

78

Nada hay en el mundo
tan blando y adaptable como el agua.
Sin embargo, en disolver lo duro y lo inflexible
nada puede superarla.

Lo blando vence a lo duro;
lo suave, a lo rígido.
Todos saben que esto es verdad,
mas pocos lo ponen en práctica.

Por ello el Maestro permanece
sereno en medio de la pena.
El mal no puede penetrar su corazón.
Porque ha renunciado a ayudar,
es la mayor ayuda de la gente.

Las verdaderas palabras parecen paradojas.

79

El fracaso es una oportunidad.
Pero si culpas a otro por ello,
la culpa no tendrá fin.

Así, el Maestro
cumple sus obligaciones
y enmienda sus errores.
Hace lo que precisa ser hecho
y nada exige de nadie.

80

Si un país es sabiamente gobernado,
sus habitantes están satisfechos.
Disfrutan de la labor de sus manos
y no pierden el tiempo inventando
máquinas que les ahorren esfuerzo.
Puesto que aman tiernamente sus hogares
no están interesados en viajar.
Quizá haya carruajes o barcos,
aunque no van a parte alguna.
Quizá haya un arsenal de armas,
aunque nadie las usa jamás.
La gente disfruta de su comida,
se complace con su familia,
pasa los días de fiesta en su jardín,
se deleita en los quehaceres de la vecindad.
Y aun cuando el vecino país se halla tan próximo
que oyen cantar a sus gallos, ladrar a sus perros,
están contentos de morir a edad avanzada
sin haberlo visitado jamás.

81

Las palabras verdaderas no son elocuentes;
las palabras elocuentes no son verdaderas.
Los sabios no precisan probar su opinión;
quienes precisan probar su opinión no son sabios.

El Maestro no tiene posesiones.
Cuanto más hace por otros,
mayor es su felicidad.
Cuanto más da a los demás,
más grande es su riqueza.

El Tao nutre porque no fuerza.
Porque no domina, el Maestro guía.

 

jueves, 4 de marzo de 2021

El Desapego ¿Clave De La Felicidad?

 

El Desapego ¿Clave De La Felicidad?

Decía José Luis Borges que había cometido el peor de los pecados que uno puede cometer: No ser feliz. No conozco a nadie que tenga como objetivo en la vida ser un desgraciado o un infeliz, aunque si es cierto que hay miles de personas que de forma inconsciente trabajan arduamente sin saberlo en ser infelices, y hasta se llegan a sentir bien en ese estado , porque para ellos esa es su zona de comodidad. Si estableciéramos un objetivo universal común al ser humano seguramente llegaríamos todos a la conclusión que es ser felices. Creo que una de las claves de la felicidad está en el desapego. Decía Buda: ”El mundo está lleno de sufrimientos; la raíz del sufrimiento es el apego; la supresión del sufrimiento es la eliminación del apego.

Dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua que apego es afecto, cariño, o estimación hacia una persona o cosa, y desapego lo define como la falta de cariño o interés, alejamiento, frialdad. Estas definiciones nada tienen que ver con el concepto que se desarrolla en el mundo de las emociones. Y son precisamente estos conceptos los que hacen más difícil la comprensión del desapego como clave de la felicidad.

Cuando seas Feliz

El desapego podría definirse como «carencia de sed«.¿Y qué es el apego? Es un estado emocional de vinculación compulsiva a una cosa o persona determinada, originado por la creencia de que sin esa cosa o persona, no es posible ser feliz. Ser una persona desapegada no implica que se sea distante, fría o que no se valore lo que tanto sacrificio ha costado conseguir.
“Una persona que aprende a vivir con lo que tiene, pero no siente temor de perderlo se puede considerar verdaderamente libre. Aquel que no acumula bienes, objetos o personas sino que disfruta de todo cuanto tiene y no tiene es una persona feliz y sabia, uno aprende a valorar las cosas, lamentablemente gracias al sufrimiento”, sostiene la Licenciada en Filosofía, la argentina Carolina Renzetti. Dice Mónica Esgueva en su libro “Cuando sea feliz” : que se suele asociar el desapego a la indiferencia y a la apatía. Cuántas veces no nos ha sorprendido la sonrisa de un niño del “mal llamado” tercer mundo que en ausencia de lo material y a veces de lo emocional mantiene esa sonrisa como signo de su felicidad y de su vida, y desde el lado del confort no somos capaces de entenderlo. Una de las experiencias más impactantes de mi vida ha sido un viaje que hice en agosto del 2.012 a Guatemala, a través de una Fundación por motivos solidarios. Un mes donde afiancé mi idea de la felicidad y del desapego. Viajar sin nada ni nadie de lo que mantiene diariamente mi zona de confort, la distancia con mis emociones y mis bienes materiales, me hizo sentir mi capacidad de desapego y que mi felicidad no dependía de todo eso, que podía llegar a ser feliz sin nada de lo que me rodea diariamente. Y eso no significa que vaya a renunciar a mis seres queridos ni a lo que tanto esfuerzo me ha costado conseguir, en lo material, entendí que no hay un solo momento en tu vida en el que no tengas cuanto necesitas para… Ser Feliz. Allí conocí a personas que no tenían nada y que su capacidad de amar y de ser felices superaba con creces la de cualquier persona que conociera en Almería. Que eso depende fundamentalmente de nosotros y no de factores externos. Quizás la experiencia más dura que un ser humano pueda experimentar es sobrevivir a su descendencia, de lo más desgarrador es que unos padres pierdan a un hijo, esto puede parecer enormemente frío y distante pero debemos estar preparados todos los que somos padres a que esa experiencia puede surgirnos y que hasta eso se supera. El desapego es la conciencia plena de la posible pérdida de algo que poseemos y que eso en ningún caso pueda suponernos el hundimiento de nuestro ser, desarrollando la capacidad vital para sobrevivir a la pérdida. Ayer, una amiga que decidió este fin de semana separarse de su pareja, me decía que tenía clara la decisión adoptada pero que aún así se sentía muy mal. Es normal que eso ocurra porque esa ruptura a un apego emocional que ha desarrollado durante un tiempo supone un cambio y una salida de la zona de comodidad; cuando más avanzada y trabajada esté en su conocimiento interior antes saldrá de su tiempo de duelo.

Todas las cosas a las que te apegas, y sin las que estás convencido que no puedes ser feliz, son simplemente tus motivos de angustias. Lo que te hace feliz no es la situación que te rodea, sino los pensamientos que hay en tu mente.

El apego es un estado emocional que tiene dos puntas, una positiva y otra negativa. La positiva es el estado de placer y la emoción que sientes cuando logras aquello a que estás apegado. La negativa es la sensación de amenaza y la tensión que lo acompañan, lo que te hace vulnerable al desorden emocional y amenaza constantemente con hacer añicos tu paz.

Observa bien: Si no se consigue el objeto del apego, origina infelicidad; y si se lo consigue solo produce un instante de placer seguido de la preocupación y el temor a perderlo. ¿Podemos ganar la batalla contra los apegos? Si, renunciando a ellos. Cambiando nuestra programación.

El Amor solo puede existir en libertad. Dice Mónica Esgueva, acertada y utópicamente que el amor de pareja debe ser una prolongación de la libertad individual del individuo, y yo añado, y nunca una castración continua de esa libertad. Elige entre tu apego y la felicidad. Lo que necesitas no es renunciar, sino comprender, tomar conciencia. Si tus apegos te han ocasionado sufrimiento, esa es una gran ayuda para comprender, y si alguna vez experimentaste el sentimiento de libertad te será útil recordarlo. Borra en ti el ¡que feliz me haces! y el ¡esto me hace feliz.!

Sólo tú, puedes hacerte feliz y todos los momentos presentes lo son porque tú estás en ellos.

El desapego no implica renunciar a los sueños tener todo aquello que se desea.“Lo importante es no sentir miedo de perder lo que se tiene..”

Mónica Esgueva dice que” lo primordial no es abandonarlo todo aislándonos y recluyéndonos en un convento, sino saber que si llegara el caso, podríamos hacerlo, porque lo material está aquí para facilitarlos la vida y hacerla más placentera, no para subyugarnos”. Esta fue la principal enseñanza que obtuve en mi viaje a Guatemala.

Bibliografía: Cuando sea feliz. Mónica Esgueva. el místico.com. enplenitud.com.

lunes, 21 de diciembre de 2020

TAO y ZEN HUGO ARIEL CASCIA

 Así como el budismo zen ha influido tremendamente en el arte de oriente y, durante el siglo XX, también en el arte occidental, el taoismo influyo dramaticamente sobre el budismo zen y su arte. Artistas abstractos como Barnett Newman, escritores como Jack Kerouac, músicos como John Cage y movimientos artísticos enteros como Gutai y Fluxus, fueron profundamente influidos por la filosofía zen.

Desde sus comienzos el zen tuvo un fuerte vínculo con las artes, puesto que las consideraba parte importante de la práctica budista. Esta vez analizaremos de qué forma se abordan las artes en el zen y el taoísmo, a la vez que distintos paralelismos que existen entre estas formas de pensamiento y distintas líneas del pensamiento artístico occidental.

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La llegada del zen a China

El budismo zen llego a China hace dos mil años. Existe constancia de que ya en el 65 d.C. una comunidad de monjes budistas vivía bajo la protección real en la zona norte de la república de Kiangsu, y resulta probable que los primeros monjes ya estuvieran ahí desde al menos cien años antes.

El budismo llegó a China desde India, donde se había extendido ampliamente. Sin embargo, al llegar el budismo a China y extenderse a través de su territorio, se topó con circunstancias muy distintas a las de India. En primer lugar, el clima de China era muy distinto, cosa que tuvo como consecuencia que algunas de las formas de práctica budista -pensadas para las condiciones de India- no eran óptimas para las circunstancias chinas.

A esto último se sumó que en China existían distintas prácticas espirituales indígenas, así como aproximaciones filosóficas de las mismas. Éstas, por supuesto, influyeron profundamente en el budismo zen y viceversa.

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Diferencias entre el budismo tradicional y el chino

La norma originaria de los practicantes de budismo de India era de monjes mendicantes. No se recomendaba que los monjes trabajaran, sino que debían mendigar su sustento. Así mismo, no debían tener posesiones y muchas veces, en lugar de tener un hogar fijo, viajaban constantemente.

Conforme el budismo fue extendiéndose hacia el norte de China y el clima se volvía cada vez más frío, algunas de estas convenciones previas se volvían, no sólo imprácticas, sino suicidas. Ser monje mendicante en las areas más frías de china durante otoño e invierno, sin posesiones, ni hogar y rodeado de nieve no era una tarea realista.

Esto tuvo como consecuencia que los practicantes budistas comenzaron a trabajar para sostenerse y poder continuar con sus prácticas de meditación. La filosofía indígena de la zona, el taoísmo, fue un inmenso apoyo para esta transición que sufriera el budismo y, a su vez, fue de esta filosofía de donde posteriormente surgiría el énfasis en las artes que encontramos en el budismo zen.

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El taoísmo y el trabajo

Que los monjes budistas se vieran obligados a trabajar los forzó también a encontrar en el trabajo una forma de práctica espiritual. Infinitamente afortunado para ellos fue que el taoísmo encontraba en el trabajo una de sus prácticas meditativas más significativas.

Los taoístas encontraron en la acción, y especialmente en el trabajo, una actividad que implica el desarrollo de habilidades específicas; una forma de unirse con la totalidad de la existencia y de fluir con el cosmos, en lugar de en su contra.

A esto le llamaron Wu Wei y es a lo que la filosofía taoísta apunta como práctica de meditación y a su vez como filosofía de vida.

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Esfuerzo sin esfuerzo

Todo aquel que lleve pintando algunos años, o haciendo alguna otra forma de arte desde hace algún tiempo, ha experimentado alguna vez lo que llaman "estar en la zona". Un momento del acto creativo en el cual todas nuestras acciones y movimientos se vuelven espontáneos, aparentemente carentes de esfuerzo y asertivos.

En este lugar pareciéramos saber exactamente qué color debemos usar, la cantidad de pintura, el instrumento correcto y el momento adecuado para lograr justo lo que nuestro instinto pide en el momento. Ese estar en "la zona" es muy similar a lo que los antiguos taoístas llamaban Wu Wei: un momento en el cual fluyes de forma perfectamente armónica con tu entorno, respondiendo a él de manera natural, a la vez que el entorno responde a ti como si fueran una misma entidad.

Sin embargo, Wu Wei posee diferencias con el estado de "zona". Zona es un estado que no necesariamente es voluntario y, por lo mismo, aquel que lo alcanza suele salir después de este estado sin tener control alguno sobre el mismo. En cambio, la intención de alcanzar Wu Wei era para el taoísmo poder mantenerse ahí indefinidamente y, a su vez, llevarlo a todos los aspectos de la vida.

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Wu Wei y cómo llegar a él

Wu Wei literalmente se traduce como "no tratar" o "no hacer", mas no se trata de inactividad. Se refiere a un estado mental dinámico, sin esfuerzo, espontáneo y desinhibido. Las personas que llegan a Wu Wei sienten como si no estuvieran haciendo nada, mientras que a la vez pueden estar realizando una obra de arte sobresaliente.

En la literatura china se dice que Wu Wei se consigue de dos maneras: A una le podríamos llamar el sistema de Confucio y a la otra el método de Lao-Tse.

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El Wu Wei de Confucio

Una de las formas en que el Taoísmo considera posible acceder al estado mental Wu Wei es por medio del estudio y la práctica de sistemas o técnicas que han sido desarrolladas y pulidas por muchas personas previas a nosotros. Esto es porque una sola persona, por sí misma, no puede esperar reproducir por su cuenta la sabiduría heredada que ha sido construida por una gran cantidad de personas previas a ella.

Respecto a esto Confuicio decía: " Una vez estuve pensando todo un día sin probar bocado y una noche entera sin dormir, pero no me trajo ningún beneficio. Hubiera sido mejor para mí pasar ese tiempo estudiando y aprendiendo."

En el Xuanzi se dice esto de otra manera:

"Alguna vez me paré en las puntas de los dedos de mis pies para ver hacia la distancia, pero dicha vista no fue tan buena como aquella que se consigue tras escalar una montaña. Subir una montaña no hace nuestros brazos más largos, pero pueden ser vistos desde mucho más lejos; gritar con la corriente del viento no hace nuestra voz más potente, pero puede ser escuchada más claramente, alguien que toma prestado un carruaje y caballos no mejora el poder de sus propias piernas, pero puede viajar mil millas... Ningún individuo nace distinto de otras personas, - sólo se es bueno tomando prestadas cosas externas."

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La espontaneidad tras el dominio y las academias de arte

La forma en que se logra Wu Wei a la manera de Confucio es mediante el dominio de una técnica. Un sistema predeterminado de procesos específicos, que muy probablemente adquirimos en su mayoría de otras personas.

Esta forma de pensar me recuerda en gran medida a la historia del arte occidental desde el bajo Renacimiento hasta el Barroco tardío. El Renacimiento tardío, que es sin duda uno de los momentos más interesantes que el mundo ha vivido en términos de arte, es producto de muchos siglos previos de acumulación de conocimientos.

Las grandes obras de arte del momento requerían muchas técnicas y conocimientos distintos para poder ser logradas. Un pintor debía saber de:

  • Dibujo
  • Anatomía
  • Geometría
  • Perspectiva
  • Temple
  • Óleo
  • Fresco
  • Imprimaturas
  • Telas
  • Pigmentos
  • Color
  • Claroscuro
  • Grisallas
  • Veladuras
  • entre otras

Naturalmente, todo ese conocimiento no se logró en un período corto de tiempo, sino que fue la suma de muchos siglos de experimentación técnica de un gran numero de pintores, e inclusive de personas de otros oficios.

De hecho, el concepto antiguo de arte tenía justamente que ver con todos los saberes implicados en un oficio. Las artes menores, como eran conocidos los oficios, implicaban un gran número de conocimientos para ser ejercidas con maestría. Sin embargo, las bellas artes requerían de un refinamiento y una comprensión mucho mayor, puesto que en muchos sentidos eran oficios complejos que unificaban varias disciplinas dentro de una disciplina nueva.

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El Wu Wei de Lao-Tse y la negación de la técnica

Como ya mencioné, existe otra forma de pensar el cómo es posible alcanzar el estado de Wu Wei. Esta forma de pensar tiene su principal bastión intelectual en la obra de Lao-Tse y, curiosamente, es completamente contraria a la forma de pensar de Confucio y sus seguidores.

Se dice que Confucio pensaba al individuo como un bloque de piedra en bruto que debía ser tallado y pulido para así lograr manifestar las cualidades sublimes del ser. En cambio, Lao-Tse consideraba que debíamos abrazar el bloque de piedra sin pulir y en su estado natural. Entre más nos liberáramos de la necesidad de refinamiento, técnica y estructura, más nos acercaríamos a la esencia de la naturaleza: el camino, el corazón del Tao. La actividad en el sistema de Lao-Tse tenía que ver con conectar con nuestros instintos profundos, con nuestra naturaleza interna y con permitir que nuestras acciones dirijan sin oponer resistencia alguna.

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El artista Nam June Paik usa su cabeza para crear una imagen sobre una hoja de papel colocada sobre el piso, Noviembre 30, 1961 en Wiesbaden

Algo que destaca de la forma de pensar de Lao-Tse es que, pese a su énfasis en la espontaneidad y en dejar de tratar siquiera de seguir convenciones, el refinamiento intelectual de su filosofía, como puede ser visto en el Tao Te King, es muy alto, cosa que en cierto sentido parecería contraria a aquello que predica.

Esto me hace pensar en el nacimiento de las vanguardias artísticas, particularmente en sus antecedentes. Por ejemplo está el caso de Manet, quien fue el detonador clave para las vanguardias en las artes plásticas y en quien vemos a un artista que pasaba todo el tiempo que podía en el Louvre. Como lo cuenta la historia, Manet pasaba muchas horas al día, varios días a la semana en el museo viendo obras.

Este hábito hizo que Manet tuviera un amplio conocimiento de la pintura en cuanto a técnica, motivos, artistas y la historia del arte occidental en general. Algo interesante es que lo que surgió de esta práctica no fue un individuo apasionado por seguir rigurosamente las reglas académicas del arte, las cuales se proclamaban a sí mismas como las herederas únicas de la tradición de la pintura europea. Lo que surgió de este hábito fue, en realidad, un artista capaz de cuestionar la postura de la pintura académica con bases concretas provenientes de un compendio de información enorme.

Fue esta misma información la que le dio a Manet las herramientas para formular una visión personal del arte que, si bien se valía de lo que otros habían construido previamente, no se interesaba por la imitación literal. Su visión era, en cambio, una respuesta a una postura propia que surgió de la inspiración que le daba el estudio mismo.

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La influencia de taoísmo y confucianismo en el zen

El chan (zen chino) curiosamente está en un punto intermedio entre ambas filosofías del las cuales abrevó tras la llegada del budismo a China.

El zen es una tradición monástica bastante estricta que enfatiza la disciplina en cuanto al cumplimiento de las normas y estatutos de la tradición. Sin embargo, también es una tradición que valora con el mismo ahínco la completa liberación mental de lo trivial, la llamada ruptura del ego o, en términos occidentales, la liberación de la mente racional para entrar en contacto con la mente trascendental.

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El arte en el zen

El arte en el zen fungió, y funge aún para muchos practicantes, como un elemento de expresión libre. Es una manera de manifestar el resultado de la práctica constante y, a la vez, una práctica en sí misma para llevar la mente más allá de su estructura racional limitada. En cierto sentido, su funcionamiento tiene una gran similitud con la práctica de Koan o de mondo dentro de la misma tradición.

Los Koans son preguntas a las que no se puede responder de manera racional y que han sido empleadas por siglos en la tradición zen como herramientas para la meditación. Podríamos decir que al no poder responderlas de manera racional, fuerzan a la mente a romper con las estructuras limitadas que tiene y experimentar la realidad más allá de sus preconcepciones.

El mondo, por otro lado, es un diálogo que ocurre muchas veces entre un maestro y un alumno. En este diálogo se entabla una conversación más allá de la mente racional, en la que se debe responder con el inconsciente, en lugar de hacerlo con la mente consciente.

El arte en el zen tiene profunda similitud con ambas prácticas. Tanto la poesía como la pintura buscan ser manifestadas, no a partir de reglas y estructuras canónicas, sino de forma espontánea. De hecho, podríamos decir que se busca producir manifestaciones artísticas de manera estrictamente espontánea, tanto que aquello a juzgar en las mismas es la veracidad de dicha espontaneidad.

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La influencia del zen en las vanguardias tardías

La forma de pensar del zen en un principio fue, como ya se mencionó, profundamente influyente para movimientos de las vanguardias tardías como el expresionismo abstracto, el Gutai y el Fluxus. En muchos sentidos, la forma de pensar del zen encontraba ecos significativos con Dada y su postura anti-arte en la que se echaban por tierra las estructuras preconcebidas del arte, muy a la manera de Lao-Tse.

Igualmente, el zen encontraba una fuerte similitud con los postulados del surrealismo y su deseo de traer imágenes del inconsciente. Las mismas prácticas del surrealismo, como los cadáveres esquisitos o el automatismo, pueden considerarse como herramientas similares a aquellas empleadas por el zen para romper con la mente racional y conectar con el inconsciente profundo.

Mucho de las búsquedas posteriores del arte encontraron en el zen, a veces sin saberlo, una estructura de pensamiento que les permitía explorar este aspecto del arte que no necesariamente había sido abordado en Occidente. Y aunque esto último podría ser discutible, es un hecho que en estas exploraciones el arte oriental tiene muchos siglos de ventaja.

HUGO CASCIA   FUENTE :INTERNET

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