viernes, 15 de agosto de 2014

Violencia

La violencia doméstica es mas común de los que muchos piensan, no reconoce barreras sociales, económicas, de educación, raciales, religiosas y de edad. Estamos ante un fenómeno del cual se hace difícil para muchos hablarlo, la violencia o abuso doméstico es un patrón de conducta que tiene como finalidad controlar a otros. Se trata de un comportamiento que castiga a una persona o la hace víctima repetidamente dentro de una relación romántica o íntima.
Este comportamiento daña a la persona a la que está dirigido. Si no se interviene, la violencia doméstica se hará mas frecuente e intensa y terminará en el peor de los casos, con el asesinato o suicidio de la víctima.

Como la violencia doméstica está relacionada con poder y control, no excluye a los hombres por lo cual ellos también pueden ser víctimas ocasionalmente. La violencia contra la mujer en el ámbito domestico, es decir, la violencia física o sexual a manos de un compañero masculino, es un mal que se da en todo el mundo, incluso en algunas sociedades machistas, ven como algo normal que los hombres usen la violencia a modo de castigo por la supuesta transgresión de la mujer respecto de sus roles asignados.

Curiosamente no es precisamente la violencia que genera el crimen organizado las que más víctimas causan, son otros tipos de violencias como la alteración del orden social, la violencia intrafamiliar, maltrato infantil o incluso los accidentes de tránsito. Las violencias mencionadas, del día a día, las debemos considerar como una epidemia ya que afectan a grandes núcleos sociales. Hoy nos ocuparemos de la peligrosa violencia doméstica.

Cuatro Tipos de Violencia


Cada forma de violencia se ubica dentro de una escala de comportamiento, con menos o más probabilidades de resultar letal. Al evaluar el nivel de peligro, se puede diagnosticar y predecir la violencia doméstica.

1. Física - Contacto físico


Que lastima a la esposa, pareja, niños, padres ancianos, hermanos, u otros familiares o personas que vivan en la misma casa. Comienza con empujones o golpes a la persona y aumenta de intensidad dando lugar a lastimaduras, huesos rotos y lesiones internas. Si no se interviene, el abuso físico puede conducir al asesinato.

2. Sexual


Se inicia con comentarios sexuales degradantes y manoseos contra la voluntad de la víctima. Al aumentar de intensidad, a menudo la víctima es forzada a tener relaciones sexuales durante las cuales resultará lastimada. Si no se interviene, el abuso sexual puede llevar a la violación y al asesinato.

3. Emocional/Verbal Psicológica


Comienza con insultos y aumenta de intensidad con comentarios humillantes, amenazas y culpando a la víctima. Se destruye la autoestima de una persona en forma sistemática, mediante constantes desprecios, críticas o insultos, cual boxeador va minando la voluntad de la víctima. El comportamiento del abusador es errático e impredecible. El o ella pueden emitir mensajes confusos o contradictorios. Por ejemplo, el o ella pueden alegar que nunca dijeron algo que la víctima asegura haber oído. El abuso emocional siempre acompaña al ataque físico y en muchos casos lo precede.  El abuso emocional afecta gravemente la autoestima, no cabe duda de que a veces los golpes al espíritu son mas dañinos que los golpes físicos, y al no dejar huellas visibles por lo general la ayuda tarda mucho en llegar.

4. Social/Ambiental


Se origina con condiciones sociales que refuerzan la conducta del abusador, como serían los papeles rígidos asignados a hombres y mujeres, al ver a las mujeres como objetos y en general la aceptación y glorificación de la violencia. Los abusadores pueden tratar de aislar a la víctima, separándola de su familia y amigos, el abuso aumenta de intensidad mediante una dependencia económica forzada, llegando a la privación de alimentos, medicina y sueño. Estas tácticas están diseñadas para controlar y limitar el medio ambiente de la víctima, así como su acceso a una red social, para que el abusador pueda controlarla. Estas formas de abuso ocurren también al nivel de la sociedad, en el caso de los recursos comunitarios que no reconocen el problema o que culpan a la víctima.

Diez Señales de Abuso


Las conductas que aparecen a continuación son señales a las que hay que prestar atención, porque pueden indicar la posibilidad de abuso dentro de una relación.

  1. Su pareja lo vigila demasiado. Por ejemplo, escucha sus conversaciones telefónicas, quiere saber donde está en todo momento, chequea el kilometraje de su auto o revisa su cartera o su agenda. 
  2. Su pareja lo humilla con frecuencia. Por ejemplo, lo insulta, critica o humilla ya sea en público o en privado. 
  3. Su pareja trata de controlarlo(a). Por ejemplo, le dice a quien puede o no puede ver o le impide que vaya a trabajar, a la escuela, a reuniones sociales o familiares. 
  4. Su pareja actúa celoso o posesivo y dice que lo hace por amor. 
  5. Su pareja destruye o amenaza con destruir sus pertenencias. 
  6. Su pareja amenaza con lastimarla a usted, a sus familiares, amigos o mascotas. 
  7. Su pareja la toca de una manera que le lastima o asusta, o de cualquier manera en que usted no quiere ser tocada. 
  8. Su pareja la obliga a tener relaciones sexuales o a realizar actos sexuales de determinada manera o en ciertos momentos que son incómodos o desagradables para usted. 
  9. Su pareja le echa la culpa de todo a usted o a otros o se enoja de una manera que a usted le asusta.
  10. Su pareja se burla o minimiza los temores o preocupaciones de usted acerca de su relación.

Razones por las que las Mujeres Callan


Miedo


El miedo es probablemente la mayor razón por la que las mujeres permanecen o abandonan al abusador. Si ella o cualquier vecino, amigo o familiar lo reportan con la policía, probablemente ella sufrirá represalias. Sucede con frecuencia que el abusador amenace con matarla a ella o raptar a los niños si ella trata de irse. Es un error común el pensar que una mujer que abandona a un abusador está a salvo. La realidad es que el riesgo de ser asesinada se incrementa aproximadamente en un 75% cuando ella se va. Aunque ella tiene todo el derecho de irse, esto es imposible de reconocer para el abusador.

Dependencia Emocional


A pesar del abuso, ella todavía lo ama y a menudo se siente confundida porque siente a la vez amor y enojo por lo que él le ha hecho. Sucede frecuentemente que, motivada por una mezcla de amor y compasión, siente que ella es la única que puede ayudarlo a superar su problema.

Dependencia Económica


Ella puede ser dependiente económicamente del abusador y no ver ninguna alternativa real. En muchos casos, ella no tiene habilidades útiles en el mercado laboral, la asistencia del gobierno es muy limitada y el prospecto de recibir asistencia social es atemorizante y vergonzoso. El abusador puede controlar todo el dinero y es posible que ella no tenga acceso a dinero en efectivo, cheques o documentos importantes.

Creencias acerca del Matrimonio


A pesar de la manera en que él la trata, la mujer víctima de abuso quiere un padre para sus hijos. Muchas creencias religiosas y culturales exigen que ella mantenga la apariencia de un buen matrimonio, e incluso la responsabilizan a ella y no a él por mantener la relación. Con frecuencia ella se queda "porque los niños necesitan un padre".

Creencias Familiares


A causa de la negación del problema y de la falta de educación acerca de la violencia doméstica, las familias de muchas mujeres las animan para que se queden con sus parejas diciéndoles cosas como: "Nunca vas a encontrar otro esposo que pueda sostenerte tan bien como él " o ¿Porqué lo reportaste a la policía? él es muy conocido en la comunidad y haz dañado su reputación" Está bien para una mujer el rodearse de gente que la apoya y se preocupa por su seguridad física y emocional e ignorar los comentarios de amigos o familia que no entiendan la situación.

No tener Ningún Lugar a Donde Ir


La decisión de dejar a un abusador es difícil porque existen muy pocos lugares seguros para las mujeres víctimas de abuso. Son pocos las instituciones que hay para mujeres víctimas de abuso.

Conclusiones


Es urgente que nuestra sociedad adquiera nuevos y mejores hábitos de crianza y convivencia, debemos buscar un mayor compromiso familiar. Actualmente existen muchos hogares disfuncionales, donde predomina la indiferencia, el rechazo y la violencia. Al ser las mujeres las principales víctimas de la violencia doméstica, propongo crear modelos de observatorios epidemiológicos en todas las comisarías, con el objetivo de caracterizar la denuncia.

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